domingo, 6 de enero de 2013

WIN-WIN DISCIPLINE


“When the only tool you have is a hammer, every problem begins to resemble a nail”.

Como profesores nos vamos a encontrar con problemas en el aula y problemas con nuestros alumnos. Estas son las 7 posibles situaciones con las que nos vamos a encontrar en el aula:
  • ·        Niños que quieren llamar la atención.
  • ·        Niños que se sienten muy avergonzados en clase y no quieren hablar en público ni participar.
  • ·        Los que realmente son bastante irascibles y que con cualquier pregunta responden de manera violenta.
  • ·        Alumnos que necesitan sentir que controlan lo que está pasando, todo lo que se les escape que no pueden controlar es frustrante para ellos. (SEEK CONTROL)
  • ·        Los hiperactivos.
  • ·        Los que se aburren en clase.
  • ·        Los desinformados: respuestas típicas como “es que no sabía que se hacía así” o “no sabía que era para hoy”.


¿Qué podemos hacer frente a estos casos?

En primer lugar es importante que el papel que adoptemos con los nuestros alumnos sea siempre el mismo, es decir, no podemos ir un día de profes enrollados y al día siguiente de sargentos porque esto  les confunde. Si somos dialogantes lo somos siempre y si por otra parte somos profesores sargento también lo debemos ser siempre y que ellos conozcan nuestras reglas.
Muchos de los niños que son problemáticos en clase es porque tienen problemas fuera del aula, problemas en causa debido a familias poco estructuradas, malas compañías, etc.

Para empezar, debemos detectar cuáles son alumnos que nos necesitan, los problemáticos por así decirlo y que ellos sepan que nos tienen ahí para lo que necesiten. Es tan importante ser buenos profesores pero también buenos educadores. Nuestra labor no solo consiste en ir a clase, soltar el rollo e irnos a casa tranquilos. Nuestros estudiantes son niños, con sus inquietudes y problema y nuestra tarea es ayudarles también.
Algo importante también es el hecho de que ellos no van a hablar cuando nosotros queramos, sino cuando ellos quieran, por lo tanto hay que dejarles espacio para cuando se sientan preparados estar ahí.

Como he dicho anteriormente nos vamos a encontrar con diferentes situaciones en una clase, entonces, ¿cómo actuar? Empezando por los niños hiperactivos por ejemplo, no podemos pretender que ellos hagan cosas que no van a poder hacer. Tenemos que darles actividades las cuales sean mejores para ellos y con las cuales estén entretenidos: darle momentos en lo que él o ella pueda moverse, como por ejemplo, ir al baño, borrar la pizarra, recoger el material de clase, ordenar el armario, etc. Por así decirlo, emplear las actividades desde un punto de vista psicomotriz.
En este caso el consejo para los padres sería que haga mucho deporte y actividades extraescolares, donde descargue toda esa adrenalina que lleva dentro.

En cuanto a los alumnos desinformados, si nos viene alguno que no ha hecho los deberes por “despiste” lo que debemos hacer el ponerle el negativo, para que aprenda y eso no le vuelva a pasar. Si dicho despiste es verdad, antes de acabar la clase debemos tomarnos el tiempo que necesitemos en mandar las actividades correspondientes y con una clara explicación de cada una de ellas para que no llegue a confusión de ningún niño o niña.

Si por otro lado nos encontramos con un seek control, ya sabemos que ellos lo que quieren es tener la última palabra. Es importante que les dejemos claras cuáles son las reglas en clase y la penalización correspondiente por el incumplimiento de algunas de ellas.

También habrán otros que querrán llamar nuestra atención, no pararán de hacer preguntas y de interrumpir la clase. Bueno, si esto pasa, podemos acercarnos a su mesa, dejarle una nota en la que quede clara que ya ha llamado tu atención, que te tiene para lo que necesita y que deje ya de molestar. Es posible que al leer esto se quede más tranquilo y vaya a buscarte para contarte algunas de sus inquietudes.

Como estamos viendo, el papel del profesor no es una tarea fácil. Nos vamos a encontrar con alumnos de todos los estilos y con diferentes problemas. Es importante que sepamos cómo ayudarles y como resolver un problema dentro del aula. Como he dicho al principio, no solo vamos a clase para enseñarles la lección, sino también para ayudarles en todo lo que esté en nuestra mano y es importante dejárselo claro a ellos.

La motivación


Debido a que el pasado 20 de diciembre hicimos la presentación en clase sobre el tema de la motivación, quería dejar aquí por escrito los puntos más importantes de los que hablamos.

En primer lugar y como todos sabemos, la motivación es aquello que no impulsa a hacer algo que nos gusta, nos interesa y nos atrae. Por otra parte, también debemos destacar que la motivación está estrechamente ligada a la actitud, ya que cuánto más nos motiva una cosa, mejor actitud tendremos.

En clase dijimos que es importante que motivemos a nuestros alumnos para que tengan cierto interés hacia nuestra asignatura. Ya sabemos que en el colegio o el instituto a todos no les va a encantar el inglés, ya que ellos llevan diferentes asignaturas y hay gustos para todo, pero sí que es  importante la actitud que ellos tengan. Que estén motivados o tengan una actitud positiva no significa que tengan que ser los mejores.

Motivar a nuestros alumnos es una tarea que está en nuestra mano, pero ¿cómo podemos hacerlo? En cuanto a los errores que nuestros estudiantes cometen, NO debemos fijarnos solo en los errores. Si vemos que un alumno comete muchos errores y a la vez le cuesta mucho hablar inglés, cuando lo haga debemos dejarlo, ya que le cuesta hacerlo por lo tanto si conseguimos que hable inglés, no vamos a hundirlo diciéndole lo mal que lo ha hecho. Por otra parte, debemos corregir más a los alumnos que más hablan en clase ya que les da menos vergüenza. A ellos no les va a importar que los corrijamos, y los otros niños que cometen errores podrán aprender de dichos errores también.
Debemos decirles que lo han hecho bien, aunque siempre sea así, tienen que coger confianza en sí mismos y esto va a estar en nuestra mano.

También dimos en clase algunos consejos para motivar de otra manera a nuestra clase. Por ejemplo, inventamos la idea de los Lucky Fridays. Se trata de asignar cada viernes a cada estudiante un adjetivo descriptivo de cómo se ha portado él esa semana, así tendremos the looser, the happiest, the nicest, the most hard-working, etc. De esta manera, los niños que consigan un adjetivo negativo se esforzarán en clase para que la próxima semana obtengan uno positivo.

A parte de esta y ya resumiendo, dimos otras como crear un buen ambiente inglés en clase, con posters de personajes ingleses o americanos famosos. Diferentes zonas en el aula: la parte de diccionarios y libros, la parte de mural con trabajos colgados…
Y también incluyo las excursiones con fines de aprendizaje sobre la lengua y la cultura inglesa.

Para resumir y acabar sobre este tema, es importante como docentes que motivemos a nuestros alumnos, tanto o más como enseñar nuestra asignatura. Ya sabemos que no va a ser fácil y que no todos nuestros niños van a venir a clase con una sonrisa porque les toca inglés, pero intentemos conseguir el mayor número de ellas.